El pasado domingo Horacio Raya firmaba en la portada de El Correo de Andalucía un amplio reportaje sobre el estado de los parques de Sevilla en el que se ponía de manifiesto la necesidad de dotarlos de los equipamientos necesarios, el vandalismo y el incivismo que sufren las zonas verdes y los veinte millones de euros que el Ayuntamiento gasta en su mantenimiento anual.
Los parques, como todas las infraestructuras públicas, necesitan una gestión innovadora que incorpore propuestas tecnológicas que contribuyan a la sostenibilidad económica y medioambiental del municipio. Una de las quejas vecinales sobre algunos de los nuevos parques inaugurados en los últimos años es la falta de iluminación, carencia que debería cubrirse con farolas solares y eólico-solares que reduzcan la factura energética del municipio.
Pero se puede ir más allá y convertir buena parte del mobiliario urbano de parques y jardines en elementos productores de energía con la instalación de paneles solares fotovoltaicos que den sombra y protejan de la lluvia a bancos y zonas de juego infantil. Incluso los aparatos de gimnasia para mayores que funcionan ya en nuestras zonas verdes son susceptibles de ser adaptados para transformar sus movimientos en energía eléctrica almacenable o volcable a la red.
Otras soluciones para el mantenimiento de los parques son el patrocinio y el apadrinamiento de bancos, árboles o servicios, una fórmula que se practica desde hace muchos años en numerosas ciudades de los cinco continentes y que aquí solo ha cuajado de manera aislada.
En lo referido al vandalismo y al incivismo, dos comportamientos que originan un gasto importante a las arcas municipales, hay que recordar que la colaboración ciudadana es imprescindible porque no basta con aumentar la vigilancia si no nos portamos bien y no denunciamos las acciones vandálicas. La videovigilancia mejoraría la seguridad y ayudaría a la persecución de los delitos cometidos contra el patrimonio de la ciudad.