Los derechos humanos, los derechos de los animales,… Todos los grupos sociales reivindican su derecho a un trato igualitario, justo y respetuoso con su identidad. En definitiva, su derecho a un lugar en este mundo globalizado donde los derechos de las personas se han visto recortados para beneficiar al 1% de ricos que forman la clase dirigente de multinacionales, gobiernos y organismos que manejan el planeta a su antojo.
Por eso en el combate por una sociedad mejor nos vamos a encontrar todos los que somos optimistas y creemos en el futuro del género humano, pero esa lucha construida con pequeños y grandes gestos requiere de una ciudadanía responsable, que sea consciente de sus deberes y obligaciones con la sociedad en la que vive.
“Nos fue propuesta una Declaración Universal de Derechos Humanos y con eso creímos que lo teníamos todo, sin darnos cuenta de que ningún derecho podrá subsistir sin la simetría de los deberes que le corresponden. Con la misma vehemencia y la misma fuerza con que reivindicamos nuestros derechos, reivindiquemos también el deber de nuestros deberes. Tal vez así el mundo comience a ser un poco mejor”. Son estas palabras pronunciadas por José Saramago al recibir el Nobel de Literatura en 1998 las que han llevado a un grupo de intelectuales a redactar el primer borrador de la Carta de Deberes y Obligaciones del Ser Humano.
El texto ha sido presentado en la Universidad Autónoma de México por Pilar del Río, la viuda del escritor portugués; el investigador social Sami Nair y el filósofo Angel Gabilondo como portavoces del grupo redactor.
La magnífica iniciativa, que merece ser replicada en todos los ámbitos de la vida colectiva: empresas, ciudades, regiones y países, necesita el apoyo y el respaldo de hombres y mujeres en todos los rincones del planeta que se pongan a trabajar en adaptarla a sus entornos concretos. ¿Cuando tendremos una primera propuesta de la Carta de Deberes y Obligaciones de los ciudadanos y ciudadanas de Sevilla?
¡Qué futuro tendremos si no nos portamos bien individual y colectivamente¡